viernes, 10 de octubre de 2008

La habilidad de la empatía!!! Manejo de conflictos y problemas.




Empatía es la habilidad que se debe aplicar para ayudar a sus hijos a adquirir madurez emocional. Por ejemplo Digamos que su hijo tiene un límite diario de una hora para ver televisión. Cuándo rebasa esta hora, le dice que la apague , y su hijo dice: "otro rato" , "déjeme verlo", pero ya es hora de dormir. Esto es muy común en la actualidad, pero todos nos merecemos un poco de diversión. Un niño no puede ser sometido a reglas rígidas, ya que seria muy estresante para él, es por eso, que una sola vez esta bien, decir te dejo ver el programa, pero a partir de mañana se sigue con las reglas habituales. Lo que debemos hacer es no ser tan autoritarios y rígidos, pero tampoco, permisivos y débiles, debe haber un equilibrio, para poder llevar a cabo, el proceso educativo de los niños y mas de nuestros hijos.

2 comentarios:

TEORIAS DEL APRENDIZAJE dijo...

Inteligencia Emocional en los niños

Cada uno de nosotros percibimos nuestro exterior de diferente manera, ya que cada uno persona se ve influida por diferentes factores, tales como: experiencias, ideologías, formación, sociedad, cultura y por supuesto no hay que dejar de lado la parte emocional del hombre. Cada una de nuestras decisiones tienen una inclinación según nuestras emociones. Esto se debe a que poseemos un grado de inteligencia emocional, este tipo de inteligencia se refiere a la destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar o enfrentar los sentimientos propio y de los demás. Pero la Inteligencia Emocional no se refiere exclusivamente a las emociones, sino a que también las integra con las cogniciones y los actos.
Es importante saber que los niños deben de desarrollar su inteligencia emocional ya que los niños no siempre desarrollan de forma espontánea las cualidades emocionales y capacidades sociales que los convertirán el día de mañana en adultos maduros.
Como ya sabemos toda conducta se transmiten de padres a hijos, por consiguiente, los padres que manifiestan la ternura y el amor, producen efectos muy positivos en sus hijos. En lo cognitivo, estos serán alumnos más eficaces, con mayor concentración y con menores interferencias afectivas. En el plano social, causarán una mejor impresión y serán más hábiles para relacionarse.
Es muy recomendable que los padres jueguen mucho con sus hijos ya que el juego es la mejor manera de comunicarse y tener experiencias compartidas.
Algo que los padres jamás deben hacer es ignorar los sentimientos de los hijos, ya que muchas veces se suele pensar que sus problemas son triviales y absurdos, al contrario, cada uno de sus sentimientos afecta directamente el desempeño integral del niño. Debemos procurar preguntar y permitir que exprese cada uno de sus sentimientos, y darle soluciones emocionales alternativas.
Nuestra misión también es enseñarle a entablar amistades y conservarlas, a trabajar en grupo, a respetar los derechos de los demás, a motivarse cuando las cosas se ponen difíciles, a tolerar las frustraciones y aprender de ellas, superar sentimientos negativos como la ira y el rencor, tener autoestima elevada, manejar las emociones y aprender a expresar los sentimientos de manera adecuada.
Las emociones son estados afectivos subjetivos y debemos procurar mejorar y aumentar en nuestro hijo el coeficiente emocional, para que sean personas satisfechas, felices e íntegros.

Silvia Miriam Hernández Bustos dijo...

EL NIÑO Y LA MENTIRA

EL MENTIR PROBABLEMENTE NO ES UN PROBLEMA SERIO

A los niños pequeños (de 4 a 5 años) les gusta hacer cuentos e inventar historias. Esta es una actividad normal porque ellos se divierten oyendo e inventando cuentos. Muchas veces confunden un poco la realidad con la fantasía.

Un niño mayor o un adolescente puede decir mentiras interesadas (por ejemplo, para no tener que hacer algo o negando responsabilidad por sus acciones). Los padres deben de reaccionar a este tipo de mentir ocasional hablando con el niño y explicándole cuán importantes son la verdad, la honradez y la confianza.

Algunos adolescentes descubren que las mentiras pueden considerarse aceptables en algunas situaciones, como por ejemplo, no decirle al novio/novia la razón real del rompimiento para no herir sus sentimientos. Otros adolescentes mienten para proteger su privacidad o para sentirse psicológicamente separados e independientes de sus padres (por ejemplo, negando que se escaparon tarde en la noche con amigos).

Cuando el mentir puede indicar problemas emocionales

Algunos niños, aun sabiendo la diferencia entre la verdad y la mentira, elaboran historias que parecen verdaderas. Estos niños o adolescentes suelen relatar este tipo de historias con gran entusiasmo, ya que reciben mucha atención mientras cuentan la mentira.

Otros niños y adolescentes, que por lo general actúan de manera responsable, caen en el patrón de mentir repetidamente. Ellos creen que el decir mentiras es la mejor manera de satisfacer las demandas de sus padres, maestros y amigos. Estos niños usualmente no están tratando de ser malos o maliciosos, pero el mentir repetidamente se convierte en un mal hábito.

Hay otros niños y adolescentes a quienes no les importa mentir o aprovecharse de los demás. Algunos adolescentes mienten frecuentemente para ocultar otros problemas serios. Por ejemplo, un adolescente con un problema serio de drogas o alcohol, mentirá constantemente para ocultar dónde ha estado, con quién andaba, lo que estaba haciendo y en lo que gastó su dinero.

Qué se debe de hacer si el niño o el adolescente miente

Los padres son el modelo de mayor importancia para los hijos. Cuando el niño o el adolescente miente, los padres deben darse tiempo para hablar seriamente con él acerca de:

• la diferencia entre la fantasía y la realidad, la mentira y la verdad,
• la importancia de la honestidad en el hogar y en la comunidad, y
• las alternativas a mentir.

Si el niño o el adolescente desarrolla un patrón serio y repetitivo de mentir, entonces se necesita ayuda profesional. Una evaluación por un psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar al niño y a sus padres a entender el comportamiento del niño con relación a mentir y puede también hacerles recomendaciones para el futuro.

Fuente: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry